¡Ni alevosía, ni ventaja! Muchos lo dicen, pero pocos lo creen, estar en esos días no es ningún pretexto para entrarle con todo a los postres y todas las cosas dulces que se nos ocurran, somos “víctima de la circunstancia”, porque por supuesto que hay una muy buena explicación para esos antojos insaciables.